Tips para que los niños usen la tecnología de forma eficiente

En estos tiempos, ¿qué niño no ha tenido, desde muy pequeño, un acceso fácil a aparatos electrónicos, tabletas y teléfonos inteligentes? Si en casa los tenemos, de seguro ya estuvo en contacto con alguno de ellos. Y hablamos desde aparatos como televisión hasta el último iPhone con las aplicaciones más modernas para solucionarnos la vida. 

Pero, ¿deberíamos prohibirles tajantemente a los niños pequeños el uso de la tecnología? Como mamá de un pequeñito de casi 2 años que soy, por supuesto que me preocupa que su desarrollo pudiera verse afectado por ello, pues me declaro una consumidora ferviente de tecnología y, en consecuencia, él la tiene muy “a la mano”; pero también creo que no todo puede ser tan malo. 

A partir de entrevistas e investigaciones, puedo decir que no hay que a la tecnología no hay que satanizarla y que depende de nosotros, los padres, el uso adecuado que le den nuestros hijos. Aquí, algunas consideraciones:

1. La Academia Americana de Pediatría ha establecido que los niños menores de dos años no deben tener contacto con ninguna tecnología, pues hay evidencias de que “podría tener efectos negativos sobre el desarrollo de su lenguaje, lectura, atención y memoria a corto plazo”. 

Refiriéndonos a la televisión, en particular, cuando el pequeñito está viéndola, los padres hablan menos (770 palabras por hora, comparadas con las 940 que dicen normalmente), lo que va en detrimento del aprendizaje del pequeño (no hay interacción social). 

Y con la atención sucede lo mismo: hay menos contacto con los padres, pues los chicos están centrados en la pantalla. Para los que tienen entre 3 y 5, se recomienda usar los aparatos electrónicos sólo por una hora.

2. Cabe señalar que hay programas específicamente diseñados para que el niño, incluso desde bebé, aprenda y desarrolle habilidades a través de ellos. En este sentido, se ha visto que los programas educativos contribuyen a que el niño mejore sus habilidades en ciencias, matemáticas y literatura. 

En hogares donde no hay un buen estímulo intelectual, la televisión puede ayudar a cumplir este objetivo, lo cual es muy interesante. Un punto a favor de la tecnología.

3. Y con las tabletas y teléfonos inteligentes, ocurre algo similar: hay aplicaciones que ayudan a desarrollar mejores hábitos de lectura. Por supuesto, nunca un dispositivo electrónico sustituirá a un libro, pero sí puede ser un buen complemento. El consejo es limitarles el tiempo de uso de estos aparatos.

4. Por otro lado, es importante decir que el empleo de tabletas y teléfonos inteligentes, en la noche, afecta sustancialmente el ciclo del sueño de los niños, pues la luz que emiten los dispositivos electrónicos se vuelve nociva, ya que “altera el ritmo biológico o circadiano, que es responsable de la secreción de las sustancias hormonales durante el sueño, como cortisol, melatonina, prolactina y la hormona de crecimiento”, nos dice el endocrinólogo pediatra Armando Blanco. 

Y añade: “para que la secreción de hormona de crecimiento sea la adecuada, hay que mantener fuera del alcance de los niños, celulares, tabletas, computadoras, videojuegos y otros aparatos que puedan afectar el proceso para conciliar el sueño”. 

Y es que la hormona de crecimiento, además de influir en la estatura y talla del niño, impacta en una actitud positiva, en su rendimiento escolar, el sistema inmunológico y en un peso adecuado. Contrario a lo que se piensa respecto a que la televisión podría ayudarlos a conciliar el sueño, lo que hace es que su calidad sea pobre y resulte insatisfactoria (los niños que se duermen viéndola, pierden 18 minutos de sueño; mientras que con un smartphone, 21). La recomendación es que no se utilicen antes de acostarse.

5. Otro de los puntos que a todos nos preocupa es si la tecnología puede volver a los niños violentos y agresivos. Como sabemos, hay muchos videojuegos y programas llenos de violencia y, afortunada y desafortunadamente a la vez, los chicos tienden a imitar lo que ven. El consejo es permitir que vean sólo lo que corresponde a su edad.

6. Nada puede ser tan negativo en la medida en que los padres tengan el control de lo que hacen y ven sus hijos. La cosa es sencilla: hay que limitar el uso de la tecnología en los niños y jamás cambiar las experiencias reales de vida por el tiempo en pantalla. (Fuente Revista Todobebe)

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